Rusia no ha logrado una conquista relámpago. “No a la guerra” es un reclamo que gana las calles de todo el mundo. La LIS desarrolla una campaña de solidaridad activa.
Por Rubén Tzanoff
La invasión de Ucrania ordenada por Vladimir Putin, está causando destrucción, muerte y cerca de 400.000 personas refugiadas y desplazadas de sus hogares. Sin embargo, el ejército invasor no ha logrado una conquista en 72 horas como planeó , debido a la resistencia ucraniana en la que está cada vez más involucrada la población. En la escalada bélica que también alimenta el imperialismo occidental, la Federación de Rusia puso en alerta máxima a su potencial nuclear e involucró directamente a tropas bielorrusas. El inicio de otra guerra en Europa tiene consecuencias imprevisibles.
Acciones en Rusia
La primera reacción se dio en la propia Rusia, en donde el pueblo salió valientemente a las calles a gritar “No necesitamos esta guerra”. Son manifestaciones embrionarias, pero el régimen autoritario sabe que constituyen una amenaza a sus intenciones expansionistas. Por eso las reprimió y encarceló a más de 1600 personas. Las imágenes bélicas que recorren el mundo causas horror e indignación, por eso, con el paso de las horas se extienden las movilizaciones, principalmente de Europa.
Cada vez más repudio
En Berlín, Alemania hubo una manifestación masiva, con más de 100.000 personas bajo el lema «Parad la guerra. Paz para Ucrania y para toda Europa». En el Estado español hubo manifestaciones masivas en Madrid, Barcelona, Euskadi, Sevilla, Málaga y otras ciudades. También hubo acciones en el Reino Unido, Suecia, Polonia, Georgia e India. En Bielorrusia se están desarrollando bocinazos y pronunciamientos en las redes sociales contra la participación en la agresión. La solidaridad también se hizo sentir en Latinoamérica, con acciones en Argentina, Brasil, Chile y otros países, que se multiplicarán y se extenderán en los próximos días.
Ni Putin…
Hay organizaciones que se centran en el justo planteo de expresar fuera la OTAN. Pero, justifican, minimizan o ni mencionan la invasión comandada por Putin. Con explicaciones históricas o presentes justifican el accionar belicista del imperialismo ruso, avalando la teoría del campismo, es decir de la existencia de imperialismos “menos malos” o “progresistas” como el ruso y el chino.
Ni la OTAN
Otras fuerzas sólo denuncian la agresividad de Putin, llamando a que intervenga la OTAN o haciendo silencio cómplice del rol criminal del imperialismo occidental. La presencia de la OTAN no es una garantía de paz, por el contrario, es su presencia belicista en el Este europeo la que alimenta de excusas a Putin. Pensar que, bajo el supuesto amparo de la OTAN, la ONU, del imperialismo norteamericano y europeo, llegará algo positivo para los pueblos es una falsa ilusión reaccionaria. Rechazamos ambas posiciones que, desde ángulos opuestos, abonan a la guerra.
Siempre enemigos
No depositamos ninguna confianza en Volódomir Zelenski, proimperialista occidental, neoliberal y ajustador de los trabajadores y el pueblo. Y rechazamos la política de agitar sentimientos patrióticos que le hacen el juego a la derecha, la ultraderecha y a los fascistas; tanto en Ucrania como en Rusia. Estamos en contra del derramamiento de sangre de los trabajadores y los pueblos al servicio de cualquier bando imperialista y de que se aprovechen de la situación los sectores reaccionarios y contrarrevolucionarios, a los que hay que combatir en todo momento.
Solidaridad activa de la LIS
Nos sentimos orgullosos de levantar una política independiente, expresada en sendas declaraciones de la LIS. Estamos con nuestros compañeros de la Liga Socialista Ucraniana que resisten la invasión con el pueblo. En Rusia, con nuestros camaradas que fueron parte de las acciones contra la guerra y fueron arrestados. En Bielorrusia con los que repudian la intervención del ejército nacional en la invasión y desafían a Lukashenko.
En Estocolmo, Barcelona y Estambul, con los camaradas que participan e impulsan acciones. En Brasil, con la acción de nuestros camaradas de Alternativa Socialista. En Chile, con nuestros compañeros del Movimiento Anticapitalista que impulsaron una acción unitaria.
En la Argentina, con el MST que hizo una importante movilización a la embajada rusa, con la participación de muchos jóvenes emigrados ucranianos que se hicieron presentes con sus propios carteles y repercusión en los medios de comunicación masiva. Así lo seguirán haciendo los partidos, grupos y simpatizantes de la LIS, desde una ubicación principista del socialismo revolucionario e internacionalista.