Por: Luis Meiners
Las elecciones se desarrollaron entre el 25 y el 30 de marzo, y el recuento finalizó el 1 de abril. En un resultado histórico, la mayoría de los trabajadores del almacén JFK8 de Amazon en Staten Island en la ciudad de Nueva York votaron por el sindicato. Con 2654 votos a favor y 2131 en contra, Amazon Labor United (ALU) se convierte así en el primer sindicato dentro de Amazon en Estados Unidos.
La empresa de Jeff Bezos es la segunda empleadora más grande en Estados Unidos, con más de un millón de trabajadores en todo el país. Es conocida por sus prácticas de explotación laboral, marcadas por un estricto control de los ritmos y tiempos de trabajo, además de los bajos salarios. El modelo laboral de Amazon quedó expuesto en toda su miseria en diciembre del 2021 cuando la empresa mantuvo a los trabajadores en sus puestos en medio de una tormenta en Edwardsville, Illinois, lo que llevó a la muerte de 6 trabajadores cuando el almacén fue golpeado por un tornado.
La empresa ha intentado por todos los medios frenar el avance de la organización de los trabajadores a su interior. No ha ahorrado gastos para este objetivo. Sólo en 2021 Amazon declara haber gastado 4.2 millones de dólares para contratar consultoras laborales para oponerse a la formación de sindicatos. Los trabajadores han denunciado extorsiones, reuniones anti-sindicales semanales, sanciones y despidos. Recientemente la empresa utilizó a la policía para impedir que Chris Smalls, presidente del ALU, pudiera ingresar al predio del almacén de Staten Island.
El triunfo de los trabajadores es, además, muy importante dado que ha sido impulsado por un sindicato nuevo, sin vínculos con grandes sindicatos y conformado por activistas dentro de la planta y otros que han sido echados recientemente por su militancia sindical. Chris Smalls, por ejemplo, fue echado por Amazon luego de organizar una protesta por las condiciones de trabajo en medio de la pandemia en marzo/abril de 2020.
Este hecho se da en el marco más general donde las y los trabajadores llamados esenciales pero tratados por las empresas como desechables están devolviendo la pelea. En Octubre de 2021 hubo varias huelgas importantes en empresas con John Deere, Kellogs y otras en lo que se conoció como #Striketober. En ese momento, de acuerdo a cifras de la AFL-CIO, unos 100 mil trabajadores estaban en huelga o habían votado a llevar a cabo huelgas. Esto, sumado a una ola de renuncias (4.3 millones de trabajadores renunciaron a sus trabajos en Agosto de 2021), daban testimonio de un clima de resistencia protagonizado por quienes más habían sufrido las condiciones de trabajo durante la pandemia. Más recientemente este clima de resistencia se ha expresado en una ola de intentos de sindicalización que ha tenido nuevamente a los trabajadores esenciales como protagonistas. Varios locales de Starbucks, por ejemplo, han avanzado hacia la formación de sindicatos.
Los trabajadores de Amazon tendrán enormes desafíos por delante. En estos mismos días se están contando los votos para un intento de sindicalización de trabajadores de Amazon en Bessemer, Alabama. Allí, la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRB) ordenó que vuelva a realizarse una elección que los trabajadores perdieron el año pasado, tras haber comprobado interferencias de la empresa. Hasta el momento el resultado está aún indefinido. El triunfo en Staten Island es un paso histórico, los socialistas debemos solidarizarnos activamente con esta lucha y las que vendrán.