Día de la liberación africana. No Día de África

Por Nicholas Mwangi y Lewis Maghanga

Este año se conmemora el 59º Día de la Liberación Africana. El Día de la Liberación Africana se instauró en 1958, cuando Kwame Nkrumah convocó la Primera Conferencia de Estados Africanos Independientes, celebrada en Accra (Ghana), a la que asistieron ocho Estados africanos independientes. El 15 de abril fue declarado «Día de la Libertad de África», para marcar cada año el avance del movimiento de liberación y simbolizar la determinación de los pueblos de África de liberarse de la dominación y la explotación extranjeras. El 25 de mayo de 1963, treinta y un jefes de Estado africanos convocaron una cumbre para fundar la Organización de la Unidad Africana (OUA). Rebautizaron el Día de la Libertad de África como «Día de la Liberación Africana» y cambiaron su fecha al 25 de mayo.

Desde el principio, por tanto, la idea fundamental de la conmemoración del día siguió siendo la libertad y la liberación de África; la libertad de la esclavitud política de las potencias imperialistas del Norte Global y la liberación de la explotación económica de los capitalistas monopolistas internacionales.

El Día de la Liberación Africana (DLA) no es el «Día de África», tal y como lo reduce la Unión Africana hoy. El DLA no puede reducirse a la conmemoración de la fundación de la Organización de la Unidad Africana el 25 de mayo de 1963, ni a un día para mostrar las prendas y la cocina africanas. La base del «Día de África» parece emanar de la idea de que, puesto que todos los países africanos ya han conseguido su «independencia» de las potencias coloniales europeas, la agenda y el objetivo deben pasar ahora de las agitaciones políticas anteriores a una visión de un África integrada, próspera y pacífica. Su tema para 2022, que es el “Año de la Nutrición”, representa una clara desconexión con las aspiraciones de las masas en África. La liberación es explícita, implica soberanía, control de la tierra, recursos y dirección política, y la organización del poder popular para defender esta soberanía. Una bandera y un presidente no te hacen soberano.

Desde el principio, en este sentido, los pueblos de África fueron plenamente conscientes de las tareas que les correspondían como continente en su lucha por un futuro mejor. En esta lucha, el pueblo de África reconoció plenamente que el fin de su explotación significaba el fin de su opresión; que la libertad económica requeriría la libertad política.

Por lo tanto, al conmemorar el Día de la Liberación Africana, el pueblo africano consigue poner al descubierto las tareas que tiene por delante al examinar el camino recorrido hasta ahora. Tiene la oportunidad de recordar una vez más que todavía no son verdaderamente libres; que la liberación sigue siendo su principal objetivo. De este modo, consigue enfatizar que el día trata de los fines políticos que pretende alcanzar, y no una celebración del status quo tal como su clase dirigente pretende hacerlo.

Con la conmemoración de este gran día, el pueblo africano celebra y saluda la dura lucha librada por nuestros héroes y heroínas de la liberación en la lucha por la libertad y la independencia de las potencias coloniales. Los africanos honramos a quienes continúan esta lucha contra las potencias capitalistas, imperialistas y neocolonialistas en el África actual y reiteramos nuestro compromiso en la misma lucha por un continente africano verdaderamente liberado. Los africanos reconocemos que las oscuras fuerzas del colonialismo han sido sustituidas por el neocolonialismo. Estas fuerzas han dividido aún más al pueblo africano y han seguido empobreciendo a las masas africanas.

El análisis de la labor de estas fuerzas neocoloniales sigue siendo clave para comprender el papel que desempeñan para mantener a nuestras masas africanas mal informadas y desorientadas. África ve cómo actúan estas fuerzas neocoloniales a través de nuestros diversos gobiernos africanos, así como de la Unión Africana, que ha rebautizado el día como «Día de África». Al rebautizar el día como «Día de África», se borra hábilmente el énfasis en la lucha política africana por la liberación. De este modo, se subvierte el objetivo del pueblo africano y la élite gobernante africana despolitiza nuestra lucha para convertirla en una celebración cultural. Para África, no puede haber mayor traición a la causa. Para África, una aceptación del status quo significa una aceptación de la opresión y la explotación. Para África, una despolitización de este día revolucionario significa rendirse ante las fuerzas del neocolonialismo y sus cómplices.

En este sentido, África conmemora el Día de la Liberación Africana, no el Día de África. África insiste en que este día tiene que ver con la liberación política del imperialismo, no con la celebración de la cultura bajo el neocolonialismo.