Bielorrusia: no al cierre del BNP y a la represión

Como corolario de las detenciones y los juicios a dirigentes obreros, el presidente Alexander Lukashenko pretende cesar las actividades del Sindicato Independiente de Bielorrusia (BNP). El dictador considera enemigo a cualquiera que no sea oficialista. Digno títere de Putin, de quien depende para la supervivencia política. La población está amordazada y maniatada por la represión. La organización y la resistencia clandestinas son más necesarias que nunca. Solidaridad con el BNP y todos los Sindicatos agredidos.  

Luego de las masivas movilizaciones contra el fraude electoral de Lukashenko se desató una persecución generalizada sobre las personas que se manifestaron masivamente en las calles, los activistas, la oposición política y el movimiento obrero. 

Con la mira puesta en el Sindicalismo Independiente 

Aunque la represión es generalizada, se ha focalizado en la clase obrera. Una de las organizaciones que sufre ataques sistemáticos es el BNP. A lo largo del tiempo sus oficinas fueron allanadas, sus activistas y dirigentes detenidos y encausados hasta llegar a la detención de su presidente Maxim Poznyakov. Como corolario de la eliminación de libertades, la justicia pretende liquidar definitivamente al sindicalismo independiente.

¿Se cerrará el BNP? 

Este es el título de la nota que reproducimos a continuación, publicada el 04/07/2022 en la página https://belnp.org/ru/news/open/zakroyut-li-bnp

“El 12 de julio se realizará una reunión del Tribunal Supremo de la República de Bielorrusia para considerar la demanda de la fiscalía general contra el Sindicato Independiente de Bielorrusia. La fiscalía exige el cese de la actividad sindical. El fiscal general Andrei Shved envió una declaración a la Corte Suprema sobre la terminación de las actividades de todas las asociaciones profesionales independientes en Bielorrusia. Esto se supo por el servicio de prensa del departamento. El informe de la fiscalía general señala que desde 2020 las actividades de los sindicatos independientes «adquirieron un carácter politizado», y sus dirigentes y miembros ordinarios se dedicaron a «actividades destructivas», participaron en «eventos masivos no autorizados», distribuyeron «productos extremistas». Sobre todos los hechos se plantean causas penales. Además del Sindicato Independiente de Bielorrusia, el Tribunal Supremo considerará demandas contra el Sindicato Libre de Bielorrusia, el Sindicato Libre de Trabajadores Metalúrgicos, el Sindicato de Trabajadores de la Industria Radioelectrónica de Bielorrusia, así como la Asociación de Sindicatos “Congreso Bielorruso de Sindicatos Democráticos». Hace una semana se llevó a cabo una audiencia preliminar en la que participó un abogado del Sindicato Independiente. Ella le proporcionó al juez una objeción a la demanda. La sesión judicial se llevó a cabo a puerta cerrada. Anticipándose a la demanda presentada por la fiscalía general, por decisión de las autoridades locales, las organizaciones primarias del BNP en la Refinería de Petróleo Mozyr, Naftan y Belshina fueron privadas del registro en un plazo de seis meses. El tribunal regional de Grodno, a solicitud del fiscal de la región de Grodno, decidió reconocer la organización principal del BNP «Grodno Azot» como extremista, prohibir sus actividades y liquidarla con la ejecución inmediata de la decisión judicial. El presidente del BNP, Maxim Poznyakov, tiene la intención de intentar salvar el sindicato hasta que se tome una decisión sobre su liquidación: «Ya hemos perdido las organizaciones primarias, estamos tratando de apelar las decisiones, pero, francamente, tengo poca fe en el éxito. Si logramos mantener el BNP en su conjunto en este momento, será bueno». Vale la pena señalar que anteriormente se llevaron a cabo registros masivos, detenciones y arrestos en sindicatos independientes y el BKDP. Se conocen al menos 19 casos. Dirigentes y activistas fueron detenidos. Bajo arresto está el vicepresidente del BNP Alexander Mishuk”.

Un régimen dictatorial estalinista

No hay forma de entender la gravedad de lo que sucede sin saber que en Bielorrusia hay un régimen dictatorial estalinista, que lleva 28 años en el poder aplicando medidas similares a las de los gobiernos fascistas. La represión se agudiza para aplastar a quienes no son oficialistas y evitar la organización contra Lukashenko. Cualquier persona que haya participado de las movilizaciones callejeras o se oponga a la guerra es considerada “terrorista”, un enemigo sobre el cual actuar en consecuencia.

Títere de Putin

Lukashenko sobrevivió a la oleada de movilizaciones masivas gracias al apoyo contrarrevolucionario de Putin. Ahora le devuelve el preciado favor de sostenerlo en el poder con un vergonzoso apoyo a la invasión de Ucrania, impuesto con represión. Lukashenko le ha brindado el territorio bielorruso al ejército imperialista ruso como vía de traslado logístico y plataforma de lanzamiento de misiles. 

Servil sin límites

El servilismo a Rusia es tan grande que se instalaron dos interrogantes: ¿Bielorrusia se sumará con tropas a la invasión? ¿Será anexada a la Federación de Rusia? En cualquiera de las variantes -incluso sin que se cumpla ninguna de ellas- mientras duren los regímenes dictatoriales de Putin y Lukashenko, no habrá libertades democráticas; continuará la represión y la dependencia-sumisión política y económica a las ambiciones imperialistas rusas cruelmente manifestadas en la guerra.

Resistencia y organización 

Aunque la sociedad está maniatada y amordazada para expresarlo, sabemos que está mayoritariamente contra la invasión a Ucrania, así lo ratifican nuestros camaradas bielorrusos. En donde y como pudo el pueblo lo ha manifestado, principalmente en las heroicas acciones de los trabajadores ferroviarios boicoteando las vías para que los pertrechos rusos no lleguen a la vecina Ucrania. La necesidad de una fuerte organización revolucionaria y socialista ha pasado de urgente a dramática, aunque ahora deba dotarse de una estructura y un funcionamiento clandestino que resista junto a la clase obrera. Desde la LIS seguiremos desplegando nuestra solidaridad con el BNP y todos los sindicatos agredidos, con los trabajadores, con el pueblo y con nuestros camaradas bielorrusos que resisten como pueden los embates dictatoriales y bélicos.