Centenario de la muerte de Lenin: intervención de Sandra Bloodwhorth en la charla internacional

A continuación compartimos la intervención de apertura y el cierre de Sandra Bloodwhorth, dirigente de Socialist Alternative – Australia, en la charla internacional realizada el 9 de febrero en el marco del centenario de la muerte de Lenin.

Apertura

Hola, buenas tardes, gracias por recibirme.

Nunca he participado en un foro de estas características, pero quería comenzar con lo que apareció en los documentos de la policía de Rusia, que Lenin estaría orgulloso de que existiera: “Los elementos más peligrosos revolucionarios son aquellos que rodean a Lenin”. Yo creo que esto está ligado a la teoría de Lenin sobre el partido revolucionario, lo más controversial y, a veces, menos comprendido de su teoría y práctica. Entonces, quiero tocar sobre algunas de las críticas a los bolcheviques y Lenin, su perspectiva sobre cómo construir ese partido solo se puede entender en la globalidad de su actividad y plantear que no hay un modelo de partido leninista eterno como algunos argumentan.

Las ideas de Lenin se desarrollaron a través de la experiencia cuando las condiciones y las circunstancias cambiaron. Cambiaron también sus tácticas y sus prácticas, y de su experiencia en las huelgas a fin siglo XIX concluyó que, como Marx y Engels planteaban, los trabajadores se podían autoemancipar. Pero también vio desde muy temprano que esto no era un proceso automático y concluyó que los marxistas necesitan intervenir en las luchas para derrotar las ideas burguesas, elevando la lucha a los niveles más altos posibles y desarrollar la conciencia de clase de los trabajadores.

En el ¿Qué hacer? Lenin argumentó que era el momento de que los revolucionarios organicen y construyan una organización más firme. Planteó un partido más conciso, disciplinado, que discuta. Aunque era un partido con intelectuales, debían desarrollar trabajadores intelectuales. Comenzó su actividad en pequeños grupos de discusión y con las reformas democráticas ganadas en 1905, Lenin planteó la necesidad de abrir las estructuras cerradas de la clandestinidad para organizar a los trabajadores que se estaban radicalizando. Esto a partir de la experiencia en la lucha de clase de los trabajadores desde fines del siglo XIX.

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Es entonces en 1915 hablando a estudiantes que él explicó que solo la lucha le revela a la clase trabajadora su poder, clarifica sus ideas y forja su determinación. Pero después del desarrollo de la revolución y la contrarrevolución, después de 1905, se crearon otros problemas. No se podía marchar de manera lineal en la construcción del partido. La construcción del partido no es un dogma muerto, es una guía de acción activa y viva, necesaria para transformar las condiciones de vida concretas. Y esa transformación surge de una desunión y caos dentro del marxismo en ese momento.

Lenin planteaba que había una prevalencia en las frases vacías teóricas entre los marxistas y hubo un debate muy serio dentro del partido bolchevique, entre las pocas expulsiones que tuvieron, se relacionaron con esa discusión. Era muy distinta la discusión hacia los intelectuales que hacia las masas, porque la segunda va a permitir hablarle a sectores mucho más amplios que podrán avanzar en la lucha de manera más rápida. Fue entonces la experiencia de 1905 que llevó a todas estas conclusiones.

La discusión era si tener una organización ilegal, además de aprovechar las libertades democráticas que se abrían. Lenin planteaba que había que mantener las dos cosas, que no se podía hacer solamente un partido más abierto, legal, sino que había que mantener también una estructura clandestina, ilegal y disciplinada. Argumentó que muchos de los activistas que se sumaron al partido bolchevique durante la Revolución se transformaron en la base estable del partido, que sería el partido Bolchevique después de la separación con los mencheviques. Planteó la mayor cantidad de días de huelga de los sectores industriales de los trabajadores metalúrgicos e identificó ahí una vanguardia, un sector, que podía dirigir al resto de la clase trabajadora. Dijo que la conciencia de clases del contingente más adelantado de la clase puede lograr esto si tiene una unidad en la voluntad.

Se nota en el estilo de escritura de Lenin, que un centro suyo va a ser cómo hace el partido para dialogar con las masas. Mi argumento es que, en todos los países, en todos momentos, existe, además del partido, una periferia del partido. Y, a diferencia del partido socialdemócrata, que con un millón de miembros y más de 4 millones que los votaban, y que podrían movilizar cuando hubieran huelgas, el partido es el sector más avanzado y organizado de la clase, es la vanguardia de la clase y su poder es 100 veces más importante que su cantidad.

Ahora, el análisis de los soviets que surgieron en 1905 enfatizó el rol que pueden jugar en crear en revolución un foro en el cual las masas pueden participar en los debates y en las decisiones de la lucha. Crean un foro en el cual los revolucionarios pueden plantear sus ideas versus las ideas de los reformistas. Entonces, el partido es a veces parte de y a veces algo separado de la clase. La relación del partido y la clase difiere en distintos países y en distintos momentos, entonces pequeños grupos pueden ser solo capaces de hacer propaganda abstracta durante períodos de poca lucha, pero en momentos de ascenso pueden probarse y forjarse. Pueden poner a prueba sus ideas en la acción y disputar la dirección una vez que los trabajadores están en lucha. En 1905 hay un ejemplo muy claro de esta teoría que se pone a prueba. Antes de la Revolución no había ejemplos, lo anterior que había sucedido fue la Comuna de París. Los soviets fueron una novedad que crearon los trabajadores al calor de la Revolución y los marxistas tuvieron que sacar conclusiones, ver cómo intervenir y participar en ellos.

Para 1912 los bolcheviques habían creado un partido con la mayor cantidad de trabajadores, miembros con capacidad de intervenir legalmente en sindicatos y elecciones, pero, también, manteniendo una estructura clandestina. Lenin argumentó que el partido se fortaleció porque la cantidad de nuevos miembros trabajadores en relación a intelectuales creció mucho, entonces se pasó a una nueva generación de trabajadores del partido. Un salto grande con respecto del periodo anterior a la revolución donde Lenin vería que los intelectuales dominaban el partido.

Cada innovación de Lenin era una innovación política en respuesta concreta a una situación política. Cuando los partidos socialistas apoyaron a sus gobiernos cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Lenin concluyó que la revolución rusa sería parte de una Revolución mundial. Un retorno al estudio de Marx y Engels fue clave en su escritura del Estado y la Revolución, enfatizar que los trabajadores iban a tener que destruir al Estado burgués y que no podían utilizarlo como la Segunda Internacional había hecho. No se trataba de destruir un Estado como planteaban los anarquistas, sino que en la revolución, con los soviets y las organizaciones de los trabajadores y los campesinos, iban a tener que crear un nuevo Estado democrático. En el exilio escribió de los soviets. Los describió como el embrión de un Estado obrero, el gobierno de la población que está luchando por paz y pan. Cuando llegó de vuelta del exilio, en abril del ´17, planteó que ante el gobierno provisional burgués todo el poder tenía que ir a los soviets, sus argumentos se basaron en un análisis sólido de la situación. Planteó que el gobierno provisional y los socialistas moderados no iban a poder frenar la guerra e implementar las reformas por las cuales los trabajadores y los campesinos habían arriesgado tanto. Los trabajadores y campesinos iban a necesitar los soviets para tomar el poder y argumentó: “Nosotros no somos unos charlatanes y sólo tenemos que apoyarnos en la conciencia de las masas. No tenemos miedo de quedarnos en minoría, nuestra línea va a terminar demostrándose correcta”.

La fuerza de los bolcheviques fue basar su política en un análisis concreto y ajustar la táctica después de un intento prematuro de tomar el poder en julio. Lenin planteó argumentos detallados sobre que había que abandonar en ese momento la consigna “todo el poder a los soviets”. No es un problema de los soviets en general, es la sustitución de lo abstracto por lo concreto, es de los riesgos más grandes en una Revolución. La transferencia de poder a los soviets puede ser una mentira dada la composición actual de los soviets en ese momento y no hay nada peor que un engaño en ese momento. Los soviets tampoco existen independientemente de la conciencia y la intervención política no van a automáticamente derrotar el capitalismo, había que derrotar a los mencheviques y social revolucionarios, y tener una mayoría en los soviets antes de volver a levantar la consigna de “todo el poder a los soviets”. Una vez que lograron esa mayoría, argumentó con fuerza contra los que demoraban la toma del poder. Las ventanas de oportunidad, dijo, son muy breves. Y si no se aprovechaba en ese momento por parte de los bolcheviques, resultarían ser nada mejor que los mencheviques.

Lenin argumentaba que la conciencia de clase de los trabajadores es el reconocimiento de su rol en la sociedad en contraste con las otras clases, no es solamente ser buenos activistas o militantes. Esa conciencia avanza como una combinación de lucha y argumentos. El papel del partido no es uno abstracto de propaganda, es de intervención, es de intentar elevar cada lucha a su expresión más avanzada. Es combinar, dirigir a los militantes y las acciones que enseñan a la gente y desarrolla sus ideas. Y, en cada momento, el partido tiene que ser capaz de analizar la situación económica, política y social concreta para orientarse correctamente hacia el movimiento de masas.

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Trotsky dijo que los bolcheviques no exageraban los triunfos, no doblegaban la verdad de los acontecimientos para satisfacer sus propios argumentos. La escuela de Lenin, él escribió, era una escuela de realismo revolucionario. Diría que estas políticas, no las maneras concretas de cómo organizaron el partido, son el legado teórico y práctico más importante de la experiencia revolucionaria de Lenin.

Los críticos de Lenin argumentan que él construyó un modelo antidemocrático, dogmático, reduccionista y sectario. Pero, como respuesta muy breve, Lenin argumentaba la necesidad de un partido para emprender la lucha contra toda forma de opresión: persecución religiosa, opresión a las mujeres, el nacionalismo y opresión política y cultura a artistas y escritores. ¿Eran ellos sectarios? Un ejemplo que yo plantearía, es que en los hechos solo los bolcheviques fueron capaces de dirigir a todos los sectores que enfrentaron el intento de golpe de Kornilov. Nadie más pudo unificar a todos estos sectores, los bolcheviques ganaron la mayoría en los soviets porque lograron articular las necesidades de las masas y ganaron su confianza.

Para terminar, yo diría que la clave de la teoría del partido de Lenin, es la unidad de la teoría y la práctica. Las tácticas y los principios, estaban basados en su confianza absoluta en la capacidad de la clase obrera de derrotar el capitalismo. Los sectores que no comprenden esa confianza en la clase trabajadora, no podrían comprender el leninismo.  Me quedan 30 segundos, diría que la última palabra se la doy a Trotsky, dado que él fue quien llevó adelante la bandera de Lenin después de su muerte. Hay una cita de Trotsky en la que plantea el tipo de partido que necesitamos, no en términos organizativos sino en nuestra actitud hacia la clase obrera y las masas. Dijo: “una actitud pequeño burguesa intelectual era completamente ajena al partido bolchevique, los bolcheviques no eran pedantes, no tenían miedo a los sectores más atrasados, ellos tomaban a la gente, al pueblo como algo preexistente y necesario, el sujeto que llevaría adelante la Revolución”. Y es lo que muchos de nosotros estamos intentando hacer.

Cierre

En mi explicación sobre la revolución alemana, no diría que Rosa Luxemburgo podría haber estado por fuera del partido socialdemócrata. Pero es presumible que Lenin en su lugar habría construido una facción dentro de ese partido. Una vez que estalló la guerra podrían haber roto con algo, cuando eso sucedió quedaron por fuera sin una fuerza cualitativa que pudiera movilizar sectores. Entonces los dirigentes revolucionarios como Luxemburgo o Liebknecht, que era por demás indisciplinado, no tenían una organización disciplinada.

El asesinato de Rosa Luxemburgo empeoró esta situación. Eventualmente construyeron el partido comunista, tuvieron una experiencia muy importante en esos años de éxitos y de fracasos con la última instancia en el ‘23 en el cual los socialdemócratas reformistas lograron corromper los consejos obreros y fue trágico. Porque si el proletariado alemán hubiera logrado construir un Estado obrero en los años ‘20 toda la historia mundial habría sido muy distinta.

Iba a decir que estoy de acuerdo con gran parte de lo que dijo Imran. Solidaridad con todos, muy interesante todo lo que está pasando en Argentina, los estamos siguiendo de cerca.