JJ.OO. en Francia: espectáculo y superexplotación

Comienza abril y aumenta el malestar social como producto de la inflación, los salarios insuficientes y el ajuste en curso. La clase trabajadora ya vislumbra la presión que implicará la realización de los Juegos Olímpicos. Aunque se intensificarán los ritmos de trabajo, esto no se verá adecuadamente reflejado ni en la ficha de pago, ni en las condiciones laborales.

Por Tamara Madrid – LIS Francia

Malestar acumulado

Existe malestar social como producto de las condiciones de vida cada vez más precarias que deben sostener las y los trabajadores en Paris y alrededores. Aunque el INSEE[1] anuncia como un logro el descenso en la inflación interanual, y los medios de comunicación masiva lo difunden intentando aportar un poco de calma, la sensación al llegar a la góndola es otra, los precios no paran de aumentar y el dinero no alcanza. Y es que el aumento del salario mínimo para el 2024 fue del 1,1% cuando la inflación fue del 3,7% según el IPC. En relación con los trabajadores de la función pública, en los últimos dos años, el aumento salarial fue del 5% cuando la inflación superó el 10%, un ejemplo más de la pérdida del poder adquisitivo en el último periodo. La situación empeora con el hartazgo acumulado a la hora de utilizar un transporte público cada vez más deteriorado, con trenes y metros abarrotados, con la pérdida de tiempo que ocasionan los repetidos servicios cancelados y el aumento del boleto que ni siquiera se condice con mejoras salariales para los trabajadores del sector.  

El gobierno insulta a los trabajadores

En este contexto, comienza la cuenta regresiva para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que comenzarán el próximo mes de Julio, en los cuales se esperan más de 15 millones de turistas, más de 10 mil atletas y miles más que integran los equipos participantes. Para hacer frente a este flujo de gente, la respuesta del gobierno es un insulto a los trabajadores: campañas para ir caminando o en bicicleta al trabajo, “invitaciones” a realizar teletrabajo o a abandonar París durante ese periodo, primas que apenas superan los 10 euros por día para los trabajadores de bus -por ejemplo- y restricciones de vacaciones y días libres. La Francia Olímpica de Macron llegará con superexplotación y sumisión para garantizar el espectáculo.

Leña al fuego y más luchas

En este contexto, el gobierno publicó en el boletín oficial un recorte presupuestario de 10 mil millones para 2024, sobre todo en materia ecológica, educación, investigación, licencias médicas y ayudas sociales. Y la presentación del proyecto educativo “Choc des savoirs” que solo profundiza la precarización laboral docente y la estigmatización de las y los estudiantes a partir de su división en grupos de niveles según los saberes. Esta combinación provocó que a las manifestaciones semanales solidarias con Palestina y a las huelgas sectoriales se sumaran más luchas: en el Estado por aumento salarial, en el transporte por las primas ante los JJ.OO. y en la educación contra las medidas de ajuste, la falta de insumos, equipamientos y contra la reforma que impulsa el ministro de Educación, Gabriel Attal.

Por una fuerte alternativa política de extrema izquierda

Fortalecer los espacios de autoorganización, la coordinación entre sectores y la exigencia a las direcciones sindicales de un plan de lucha construido democráticamente desde las bases se vuelve central para rebatir la ofensiva del gobierno y los patrones. Asimismo, es fundamental dar la pelea política contra Macron, la ultraderecha y los reformistas, ya que las y los trabajadores tenemos por delante el desafío de construir nuestra propia alternativa política frente al ataque permanente de los partidos tradicionales y de los que se postulan a reemplazarlos sin superar los límites del régimen institucional ni del capitalismo. El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en el que militamos quienes integramos la Liga Internacional Socialista (LIS) francesa, elabora su política colectivamente, acompaña las luchas y ha asumido la tarea de construir un polo de referencia de la extrema izquierda. Así lo ha reflejado en el meeting realizado en París el día 23 de marzo con la perspectiva de presentar listas en las elecciones al Parlamento Europeo. Antes que los JJ.OO. oficiales, ha comenzado la olimpíada contra el ajuste capitalista que requiere de lucha y también de organización política como respuesta indivisible de las y los trabajadores. 


[1] Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos