Por Jonathan Frühling

Ya sea la guerra en Ucrania, el genocidio en Gaza o las nuevas guerras comerciales, una crisis tras otra. Los gobiernos están acelerando la devastación social y los ataques contra los trabajadores y los oprimidos, y la catástrofe ecológica se está acelerando. Pero quienes ostentan el poder recurren al autoritarismo y al militarismo, invirtiendo miles de millones en armamento para afianzarse en la lucha por la redistribución. La resistencia contra esto debe organizarse internacionalmente. ¡Pero la resistencia requiere perspectiva!

Por eso, REVOLUTION, Arbeiter:innenmacht (Alemania), Arbeiter:innenstandpunkt (Austria) y Marxistische Aktion (Suiza) organizaron el Campamento de Verano Internacionalismo 2025 del 12 al 17 de agosto. En más de 60 talleres, analizamos las causas de la guerra y la crisis, así como sus consecuencias para los trabajadores, las mujeres, las personas LGBTIA+ y los oprimidos de todo el mundo. Debatimos sobre Estados Unidos bajo el gobierno de Trump, la crisis de la UE y la situación en China, Argentina, India y Sudán con más de 160 compañeros.

Situación mundial y tarea de los revolucionarios

El Campamento de Verano 2025 ya es cosa del pasado. Más aún que el año pasado, tuvo un marcado carácter internacional. Además de compañeros de otras secciones de la Liga en Europa, participaron compañeros de la Liga Internacional Socialista (LIS) de España, Italia, Francia, Turquía y Argentina.

Hay dos razones para ello. En primer lugar, la propia lucha de clases, y por ende la política revolucionaria, es de naturaleza internacional. En segundo lugar, nuestras conversaciones de reagrupamiento con la LIS han evolucionado muy positivamente en el último período, y esperamos con confianza unirnos a la LIS a finales de 2025 sobre la base de un programa común.

Por ello, las cuestiones del reagrupamiento, el análisis de la situación mundial y las políticas resultantes a nivel global, pero también en países individuales, estuvieron en lo más alto de la agenda del programa de este año.

Acampar

Por supuesto, la política revolucionaria no se limitó a compartir debates y acuerdos sobre análisis y cuestiones programáticas. Así como los grupos locales de organizaciones requieren intercambio, la fusión de diferentes organizaciones con tradiciones diversas en una comunidad internacional de lucha lo requiere aún más. En el campamento, todos pudieron reactivar sus conocimientos de idiomas extranjeros, y nos tradujimos mutuamente durante los talleres, así como en las discusiones fuera de ellos. Así, a pesar de la barrera del idioma, pudimos comprender mejor las ideas, experiencias y realidades políticas de nuestros compañeros.

Pero el campamento no se llamaría escuela de verano, ni campamento, si no incluyera también un programa recreativo y cultural. El tiempo libre se aprovechó para nadar en grupo en el lago cercano, mientras otros practicaban artes marciales a la sombra, con temperaturas superiores a los 30 grados Celsius. También hubo un paseo por el bosque socialista, serigrafía, un taller de poesía, juegos al aire libre, una noche de cortometrajes y, por último, pero no menos importante, una fiesta el sábado. La batalla de rap sin duda será especialmente memorable.

Por supuesto, también hubo una reunión de caucus para personas queer y oprimidas por el racismo. Paralelamente, se llevó a cabo una reunión de reflexión antirracista y antisexista, así como una capacitación para el consenso. En los talleres, también exploramos otras teorías feministas, la historia de las luchas antirracistas, importantes luchas obreras y la justicia transformadora.

Fue especialmente gratificante conocer a tanta gente nueva. La mayoría de los nuevos miembros eran camaradas muy jóvenes. Esto demuestra nuestro dinamismo y crecimiento, a pesar del giro social general hacia la derecha. Por ello, algunos talleres también se centraron en los fundamentos teóricos de nuestra política, como «Materialismo Histórico» o «¿Qué es el capitalismo?», los orígenes de la opresión LGBTIQ+, etc.

En el campamento, abordamos la crisis actual del capitalismo y la UE, los desafíos de la IA para la clase trabajadora, el desarrollo de los partidos de izquierda en Europa y nuestra intervención. Otros talleres abordaron la dramática evolución de la catástrofe ambiental, el análisis marxista de la guerra y las tácticas revolucionarias, así como la teoría de la revolución permanente y su relevancia actual. Dedicamos un día completo a trabajar en escuelas, universidades y centros de trabajo. Lamentablemente, no podemos abarcar todos los temas aquí, pero esto puede ilustrar la exhaustividad del programa de formación. Cabe destacar que el número actual de nuestra revista teórica «Marxismo Revolucionario», sobre el tema «Rusia, la guerra y la cuestión nacional», se publicó inmediatamente antes del campamento.

Organizamos una mesa redonda aparte sobre la lucha contra el genocidio en Palestina. Lamentablemente, en Alemania, simplemente declarar lo que está sucediendo se considera un acto revolucionario. Pero eso, obviamente, no es suficiente. Por lo tanto, la pregunta específica que abordamos fue cómo podemos detener el genocidio.

Un mundo por ganar

El campamento fue sin duda un momento especial del año para todos nosotros. No solo asistieron nuevos compañeros, sino que varios se han unido o planean hacerlo en las próximas semanas. Todos contribuyeron al éxito del campamento de seis días. Esta ocasión fortaleció nuestra cohesión social interna y también permitió que las personas y organizaciones participantes se acercaran políticamente.

Saber que hay personas en todo el mundo que comparten nuestras ideas y se comprometen con ellas en la práctica es probablemente una de las enseñanzas más significativas de este campamento.

Así, hemos dado otro paso importante hacia una mayor unidad revolucionaria internacional. Todos estos son requisitos previos importantes para regresar a nuestros países y ciudades y reanudar la lucha de clases diaria con renovada motivación. El campamento ha fortalecido nuestra confianza en que prevaleceremos en las próximas batallas. ¡Así que, a luchar! ¡Hay un mundo que ganar!