Brasil: Sin golpe, con más crisis. ¡Es hora de profundizar la movilización!

Brasil crisis política

Por Alternativa Socialista-PSOL / LIS-Brasil.

Con una asistencia considerablemente inferior a la prevista, incluso con un mes de preparación y una convocatoria masiva utilizando la maquinaria federal, Bolsonaro muestra los límites de su fuerza y provoca más crisis en su gobierno. Es hora de salir a la calle para tirar a Bolsonaro y enterrar de una vez por todas su sueño golpista.

La radicalización como método de reacción ante la fragilidad política

El gobierno atraviesa un momento de gran fragilidad. Bolsonaro está aislado y sufre la presión de los sectores que apostaron por él como garantía para la implementación de las reformas antipopulares. Las cobranzas de los empresarios contra el presidente se centran en el tema de las Reformas Administrativa y Fiscal que aún están pendientes, y en los insuficientes resultados de las Reformas ya aprobadas, pero con muchas limitaciones que desfiguran el objetivo de ajuste que tenían. El mercado está muy preocupado por la situación y busca una tercera vía en el horizonte electoral, dando la espalda a la continuidad de Bolsonaro como presidente.

Mientras tanto, la crisis económica avanza al ritmo de la desesperación de Bolsonaro. Las inversiones nunca llegaron, el desempleo aumentó y con él el empobrecimiento de la población. Las perspectivas económicas son de estanflación (alta inflación con bajo crecimiento), que como ya sabemos, significa más pobreza, hambre y sufrimiento para los trabajadores y el pueblo pobre. Este escenario se combina con los efectos de la pandemia de Covid-19 que sigue atacando y causando cientos de muertes día tras día en el país. La situación social es insoportable para las mayorías y las previsiones son de más crisis en los próximos meses.

Incapaz de responder a las presiones del poder económico y con una creciente pérdida de apoyo social, Bolsonaro decidió radicalizar su discurso antiderechos y antidemocrático para consolidar su base social. En el escenario montado para los actos de Brasilia y São Paulo, donde se concentraron las mayores convocatorias, pronuncia discursos contra el poder judicial, atacando al Fiscal General y a los jueces del STF. Pero al final del tan anunciado 7S bolsonarista no hubo ningún golpe de Estado, ni los millones de manifestantes verde-amarillos anunciados.

El día después del «no golpe»

La convocatoria bolsonarista no fue la esperada por el presidente, pero fue una gran movilización que reunió a unas 120.000 personas en la Avenida Paulista de São Paulo. Las razones, además del enorme presupuesto, que les permitió pagar 100 reales para asistentes, viajes, alojamiento y toda una estructura mediática en redes sociales y medios de comunicación, el 7S de Bolsonaro contó a su favor con la traidora política de repliegue y miedo de la centroizquierda, y la línea vacilante de la campaña Fuera Bolsonaro que dejó crecer la convocatoria de la extrema derecha y tuvo una débil respuesta a los ataques. 

Pero nada de esto garantizó una victoria política para el presidente. El bolsonarismo mostró todo lo que es, fue la máxima expresión de lo que significa la extrema derecha hoy en Brasil. Es un sector minoritario de la sociedad, ruidoso pero minoritario que sale del 7S sin un golpe de estado y con más crisis política. Los discursos de Bolsonaro no fueron más que un bluff dirigido a su base reunida en los actos, pero sus efectos se expresaron en la sección de economía de todos los periódicos. El 8/09 el Ibovespa cayó un 3,8%, el dólar subió y no pocos analistas económicos advirtieron sobre los peligros para las empresas capitalistas de la inestabilidad que provoca Bolsonaro.

Se abre un nuevo momento de crisis para el gobierno de Bolsonaro, distanciándose de antiguos aliados como el PSDB, que al día siguiente, informó su ejecutivo nacional, está ahora en el campo de la oposición al gobierno, nuevos pedidos de impeachment por parte de partidos de la derecha tradicional y una convocatoria a un acto «Fora Bolsonaro» para el 12 de septiembre del grupo «Direitos já – Fórum pela democracia», un espacio que reúne desde Lula hasta FHC.


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Profundizar la movilización contra Bolsonaro y construir una alternativa política del 99%

El escenario actual plantea una tarea fundamental: fortalecer la lucha para que caigan Bolsonaro y Mourão. Esta unidad debe ser mayor, superando la actual dinámica de actos separados en el tiempo y en el fin de semana, con un calendario de lucha construido democráticamente en las bases de las categorías de los sindicatos y centrales, en las organizaciones y movimientos sociales y en el movimiento estudiantil. Es tarea de primer orden de las direcciones sindicales y sociales ponerse al frente de la construcción de la Huelga General, porque de lo contrario no podremos derrotar la agenda de reformas y ajustes del gobierno de Bolsonaro y el acuerdo burgués que controla el parlamento.

Al mismo tiempo, es necesario construir una alternativa política de los trabajadores, las trabajadoras, los pueblos indígenas, el pueblo negro, las mujeres, la juventud y las periferias. Una alternativa política para que el 99% pueda gobernar. Dirigentes como Lula/PT y toda la izquierda del régimen tratan de llevar la lucha por Fora Bolsonaro a la vía electoral burguesa en 2022 y disciplinar al pueblo que sale a las calles. En este momento, las direcciones políticas actúan contra la Huelga General y utilizan la táctica del miedo para evitar grandes actos y movilizaciones. Son las mismas direcciones que durante más de una década gobernaron para el capital y siguen hablando de «capitalismo serio». No pronuncian ni una sola palabra sobre la anulación de las impopulares reformas, privatizaciones y otras medidas contra los trabajadores y los pobres.

Superar estas direcciones políticas y construir una alternativa política de izquierda y socialista es también una tarea histórica. La crisis social y política avanza y con ella la disputa por la dirección del pueblo que lucha por Fora Bolsonaro. Por un lado, la izquierda del régimen se organiza para «Lula 2022»; por otro, la derecha tradicional intenta crear una «tercera vía» y se prepara de nuevo para disputar las calles convocando un acto contra el gobierno de Bolsonaro para el próximo 12 de septiembre. El PSOL y toda la izquierda independiente debe ser parte de nuestra alternativa, sin sectarismos y autoproclamaciones de unos, sin oportunismos electorales de otros. Construir una gran unidad que exprese la diversidad de la izquierda política y social y que nos permita fortalecer una verdadera tercera opción, la opción de los que nunca han gobernado, la opción de los excluidos y excluidas.

Desde Alternativa Socialista, corriente interna del PSOL y parte del Movimiento de Izquierda Radical, queremos invitarte a fortalecer esta alternativa política y organizar la rebeldía en un proyecto político independiente, feminista, disidente, ecosocialista, anticapitalista e internacionalista. Vení con nosotres!