Israel: se cae la careta de un rostro colonizador y genocida

Con la masacre de las bolsas de harina, Israel deja ver nuevamente su verdadero rostro asesino perfilado durante de 75 años. Lo critican hasta quienes lo sostienen. Ha comenzado el Ramadán sin que haya acuerdo de alto el fuego entre los sionistas y Hamas. El imperialismo alerta a Israel sobre las consecuencias de una eventual escalada bélica regional. Es necesario apoyar solidariamente al heroico y sufrido pueblo palestino, planteando una salida estratégica: Por una Palestina única, laica, democrática, no racista y socialista.

Por Rubén Tzanoff

La masacre de las bolsas de harina

Luego del reconocimiento explícito de la voluntad de Israel de permanecer en Palestina después de la guerra, el ejército israelí disparó contra personas desesperadas que acudían a retirar ayudar humanitaria al sudeste de la ciudad de Gaza. Asesinaron 112 personas indefensas e hirieron a 750. Quedará en la historia de la humanidad como uno de los actos más vergonzosamente antihumanos y criminales perpetrados. Fue un accionar nazi que no puede sorprender a nadie porque en cinco meses de invasión varias veces volvieron a recrear los peores métodos que practicaron en 75 años de conquista y genocidio. Por supuesto, los sionistas se lavaron las manos teñidas de sangre, argumentando que los soldados le dispararon sólo a un pequeño grupo porque “se sintieron amenazados” (sic) y que la responsabilidad de la masacre fue por una estampida humana con “empujones, pisoteos y atropellos”. Los sanitarios, médicos y testigos refutan la versión israelí y alegan que los soldados abrieron fuego cuando la gente se abalanzó sobre los convoyes. Esta es la respuesta de Netanyahu y del régimen de ultraderecha sionista al Tribunal Internacional de Justicia que le advirtió sobre su accionar genocida, es decir, no le interesa en absoluto. La matanza también puso de manifiesto la hambruna de los 700.000 civiles que permanecen en el norte de Gaza, sometida a un aislamiento mayor por la invasión israelí.

Hasta su principal sostén lo critica

Como venimos señalando la movilización mundial por Palestina es tan fuerte y el genocidio tan indisimulable que hasta las potencias que sostienen a Israel critican su accionar. El imperialismo norteamericano, en boca de su jefe Joe Biden, afirmó “No voy a abandonar nunca a Israel”  lo cual es evidente porque es su gendarme para Medio Oriente, al cual arma, y al mismo tiempo, expresó que la manera en que está llevando a cabo la guerra en Gaza, “perjudica más que ayuda a Israel”, “debe prestar más atención a la pérdida de vidas inocentes por las acciones que está emprendiendo” y hasta afirmó que Rafah “es una línea roja”. Y el Comando Central de Estados Unidos anunció que ha enviado un barco hacia el corredor marítimo de ayuda desde Chipre a Gaza.  Los sionistas le han respondido a Biden que “Está equivocado”.

Comienza el Ramadán más tenso sin un alto el fuego en Gaza

El lunes 11 ha comenzado el Ramadán y los mediadores de Israel y Hamas siguen dialogando en El Cairo sin que hayan llegado a un acuerdo para un alto el fuego. Si los asesinos sionistas lanzaran una ofensiva sobre Rafah o provocaciones en el Ramadán podría haber una catástrofe peor de la que está en curso, podría causar una reacción musulmana en cadena y una fuerte escalada de la guerra en cuanto a intensidad y extensión. Es algo que los imperialistas manifiestan no querer fomentar por el momento.

Musulmanes cerca de la Mezquita de Jerusalén, esperando la luna nueva que anuncia el inicio del Ramadán.

Que se extienda el grito de Palestina libre del río al mar

La resistencia palestina es heroica. El camino solidario mundial está señalizado con la continuidad de las movilizaciones solidarias con Palestina, del boicot a los productos israelíes y al envío de armas y la exigencia a los gobiernos de ruptura de relaciones. El verdadero rostro de Israel está quedando expuesto en todo el mundo, con su perfil genocida y criminal perfilado durante 75 años de colonización y actuación como gendarme del imperialismo contra los pueblos árabes en Medio Oriente. El Estado de Israel no tiene arreglo, debe ser destruido para construir una Palestina única, laica, no racista, democrática y socialista.